Que lejos
estamos de las palabras!
Que cerca
de nuestras almas!
La
inmensidad de las montañas
que acaricia,
toscamente,
los buenos
pensamientos.
La altura
no nos marea,
Se despierta
un nuevo sentido
La
inocencia es pura y la sonrisa sincera
Que lejos
estamos de los días grises y automáticos
Que fácil es
ignorar a los refutadores de leyendas
Cuando
escribimos la nuestra,
volando alto y
sin pedir permiso...