jueves, 6 de octubre de 2022

El hombre triste

 Hablan entre ellos, un poco con resignación y otro con dolor. 

¿Por qué no las deja salir? Le pregunta el ojo derecho al otro.

 "Porque no, una vez que salen no las puedo controlar. Caen y caen y es como si golpearan muy adentro, tocando todos mis nervios, removiendo los recuerdos y apretando en dónde me duele". Le responde el ojo izquierdo.

Pero mirá que si las contenes es peor , vas a explotar… Yo ya no puedo contenerme...

De golpe fluyeron las gotas del ojo derecho, cayeron por la mejilla, pasaron la barbilla y una lágrima entró en la boca del hombre que luchó por no caer en la cama. Esa gota recorrió cada rincón del interior del muchacho, dejando en cada centímetro de sus tripas su perfume y su veneno.

Pero tal como había sido anunciado, el ojo izquierdo explotó. Y de las dos pupilas caían lágrimas como cataratas.

 "Es solo una pena de amor".  gritaba el corazón.

 "Es un amor que no es comprendido, es que esté hombre es muy desordenado..." Le respondió un nervio rebelde.

Pero ante tanta confusión, habló el alma que se fugó del cuerpo, y desde el techo miraba con lastima el cuerpo que habita: 

"Es el miedo a la soledad, el miedo a ser uno más. Es la terquedad de esperar gestos, es la ilusión vana de imaginar besos intensos y abrazos sinceros dónde solo hay recuerdos,".