Te había idealizado, creía que en nada podías ser igual.
Te había imaginado, tan segura, tan amante y tan leal.
Me había ilusiónado, que era alguien, un diamante especial.
Entonces como quieres que no cambie? Entonces como me pides que me calme?
Si un buen día yo descubro que tus ojos miran lejos, y que no estoy en el reflejo y que todo lo que yo creía era solo una mentira.
Que ante otros eras parca, que la etiqueta rechazabas y sin embargo hoy te veo tirando flores a otros lares. Con corbatas que te gustan y con parlas que te atrapan.
Cómo quieres que sea él mismo si yo escucho que me insultas ante cualquiera por mostrarte. Como esperas que no dude, si haces chistes que me duelen.
Y si, aunque no sea lo que parezca, aunque el consuelo sea respuesta y aunque mi mente siempre vuela, siempre hay un poco de verdad en cada chiste y un poco de traición en cada palabra.
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