Su paso por estos pagos es infalible. No deja dudas, sí,
miedo. Sí, melancolía. Tambien apuro. EL olor a mentisan me llevó a las noches
de fomento, plancha y caricias incomparables. Porque hoy está, respiro, pero el
reloj de arena sigue haciendo lo suyo y cada vez queda menos. Y siento no
devolverle ni la mitad de lo que me dio. Veo la misma niña. La misma sonrisa, la
picardía de antaño y la calidez de siempre: pero afectada por el paso del
tiempo, que solo se refleja en la mascara de las almas.
Es cruel y dulce a la vez Cronos, capaz de sacarte una
porción del sol y darte un rabo de nube al mismo tiempo. Puede cambiarte a tu
compañero de vida por un desconocido, todo en un instante, siempre bajo la
misma mascara. Solo con un vaso de tiempo más. Y aveces te escondes en los
recuerdos y sonreís y olvidas el presente. Te refugias en lo que fue para no
volver a mirar a quien cambió su esencia. Y me pasa, y lo lamento y me aferro a
las almas que siempre mantienen su brillo; y me abrazo a quien la vida me dio.
Ya pasó por aca, hizo mella en mi, ya no puedo esconderme
atrás de nadie. Debo enfrentar lo que viene. Los errores, los aciertos. Pasó
muy rápido y va a seguir pasando, y no quiero que pase del todo y no dejar
huella. Me falta algo y Cronos me apura. El miedo se apodera de la voluntad y
me encierra en una rutina estancada en la normalidad. Voy a salir o voy a
guardarme? Voy a jugar o voy a cuidarme? El tiempo es oro dicen. El que se
apura no piensa bien y el que espera se queda afuera. Hay un dilema. Hay dos
caminos y un destino.
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