De pronto
el mundo se achicó, esta todo al alcance de
mi mano. A metros. A palabras, gestos y hechos. Parece simple, pero no. Más
cerca más frágil. Cuando era
grande e inalcanzable, no tenía miedo. No había porque temer. Hoy mi temor es
que llueva de sus ojos, que su interior se marchite. Que se termine. Amo mi
mundo, lo voy a cuidar y el temor me dará fuerza. Soy bruto, y sus manos hechas
de cristal y el corazón de porcelana. El tiempo no existe en los
corazones; hoy es ayer, mañana y hoy. Porque es todo. Porque empece a conquistar el mundo
el día en que me miró a los ojos.
Letras sueltas que unidas son palabras, organizadas se convierten en párrafos y concientizadas hacen historias... Sobre el amor, la amistad, la vida y la política
jueves, 21 de marzo de 2013
martes, 12 de marzo de 2013
amor verdadero y falso
Román es un amante
muy leal. Muy compañero y atento. Las mujeres que compartieron romances con él,
todas lo recuerdan de buena manera. Pero sus noviazgos no duran mucho, apenas una estación. Y depende en el mes que
le toca, es su forma de amar.
En verano es apasionado, sus chicas viven sonriendo; el
amante más ardiente que podría imaginarse una mujer. Aunque el desgaste físico
lo hace terminar antes de que finalice febrero.Agotado y con kilos menos les
pide perdon y se aleja para no volver .
En primavera, es el hombre más dulce del conurbano, les regala una flor distinta cada día, las cuales roba de casas con grandes jardines por las que pasa. Las relaciones las termina cuando algún perro lo corre en el parque y llega a clavarle los dientes en las nalgas. Culpa del accidente a sus novias y las termina en mala forma, con rencor por los puntos de sutura.
En otoño les regala atardeceres de fantasía, susurrándoles melodías de amor al oído, melodías que se esmera para que sean melosas y hermosas, que no se parezcan a otras. Pero cuando nota que sus melodías se parecen a las del cantante de moda, se enoja y sin explicaciones deja a la susodicha.
Y en invierno,
cuentan las melancólicas mujeres que lo amaron, que sus manos calientes les
quitaba el frio con solo acariciarlas. En esa época respetaba hasta el fin la estación, era su
preferida.
Román a pesar de ser un enamorado permanente, cambiaba de novia como de calzón. Sus amigos no lo entendían, porque cuando se enganchaba no salía mas con los pibes; la esquina del arco brillaba por la ausencia del personaje de la barra.
Un día, Martin, su amigo de la infancia, el más moralista del grupo, le preguntó porque no se comprometía de verdad por un tiempo largo con nadie. Y él le dijo que el tiempo no existe, que solo es un invento para medir la cantidad de instantes que trabajamos y esclavizar al hombre. Medir con la misma vara los momentos de caricias y besos que la cantidad de veces que despacho un pedido, es un crimen que no voy a cometer. Quien puede saber el tiempo que estuve con Rosana? Según vos, solo fueron 3 meses para mí fue una eternidad, cada mañana era un día y cada noche una mañana.
-Martin: “eso es porque no encontraste el amor verdadero”.
-Román : “el amor no es una ciencia, por lo que no podemos comprobarlo científicamente. El amor es justamente todo lo contrario a la verdad, es ilusión, es lo que nosotros queremos que sea. Es un sueño que construimos a nuestro placer o una pesadilla con la que inconscientemente queremos convivir. Es la imaginación de ver en las nubes las formas de los nombres de las personas que amamos. Es la pasión de lo irracional, la locura de la mentira. Por eso el amor verdadero nunca lo conoceré.
-Román : “el amor no es una ciencia, por lo que no podemos comprobarlo científicamente. El amor es justamente todo lo contrario a la verdad, es ilusión, es lo que nosotros queremos que sea. Es un sueño que construimos a nuestro placer o una pesadilla con la que inconscientemente queremos convivir. Es la imaginación de ver en las nubes las formas de los nombres de las personas que amamos. Es la pasión de lo irracional, la locura de la mentira. Por eso el amor verdadero nunca lo conoceré.
jueves, 7 de marzo de 2013
Dos formas de vivir
Las fuertes olas en la altura, el imponente paisaje avasalla
contra las aves. El ruido de las cataratas es penetrante. La mirada perdida en
recuerdos donde la sonrisa contagiaba a
quien la mirara. Los días de festejos, los días que no había responsabilidades,
que no había preocupaciones. Los días que gozó del amor, de la amistad, de la
familia., de la salud…
Parada en la altura, habla con Dios: “Con tanta vida atrás, ¿cómo se sigue con migajas?¿ Como seguir sabiendo que es cuestión de tiempo? Viendo el sufrimiento del alrededor y sintiendo como ya no soy la misma”. Allí se siente insignificante, en la inmensidad de la cascada, la corriente de agua, la belleza del litoral.
Se imagina como será el último viaje: “me llevará como se lleva las penas, las alegrías, la tristezas. Me fundiré en el fondo del agua, y mientras caiga volveré a los 15. Al vestido, al primer beso, a las bromas en la escuela, al beso de buenas noches de mamá”. Antes de partir se lamenta y le cuestiona al señor porque no se la llevó de repente, porque le mandó esa cruz. Así se fue, con lagrimas en los ojos.
Que injusta es la vida. Será el azar? Sera Dios que se la quiere
llevar con él? Sea lo que sea; quería seguir, le quedaba mucho camino por
recorrer. En una pierna, sin voz. Pero necesitaba estar un tiempo más.. El dolor
que sentía lo soportaba si era para que otros estuvieran mejor; sabía que la necesitan, sea como sea. Le habló a Dios: “Por
favor dame vida, en cualquier estado. La vida que da esperanza a los que me
quieren y rabia a los que me odian”. De a poco va llegando el momento, junto a
la cama lo esperan…
Su último momento lo describió el angel que pasa cuando hay un silencio: La mirada fija en el futuro, la voz de los humildes en su cabeza le taladra. El color rojo acompaña esa imagen. Imagen que será la última, la de un pueblo libre. Se fue sin quererlo, gritando por dentro, luchando, amando la vida como a nada. Perdió el último partido, luchó hasta el final. Aunque se sabe que los luchadores siempre vuelven.
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