viernes, 22 de abril de 2022

El joven solitario

 

El joven fumaba y miraba. Al lado de él se respiraba pasión, pero él ni se inmutaba. Con sus zapatos de charol puntiagudos miraba a su alrededor cruzado de piernas y con una copa a su costado. Tanta tranquilidad asusta en ese antro de éxtasis, con las pulsaciones a mil y las miradas apuradas que buscan en cada rincón lo placentero para ver.

Llego de noche y se fue de día. No se movió de allí. Ni la mirada traviesa de una veterana que lo invitaba a acompañarla junto a su pareja lo conmovió. Quizás fue allí solo para sentir la libertad. el olor al sexo, las nuevas voces de la lujuria, o tal vez fue a buscar a alguien que nunca encontró.

Cuando llegue a casa, extenuado de placer, mientras fumaba un cigarrillo y miraba dormir a una mujer a mi lado, se me vino a la cabeza la imagen de este solitario joven. Ni los hermosos cuerpos, ni las atrevidas vestimentas, ni las contagiosas risas;  ni los sutiles roces lograron que se integre. 

Sin despeinarse ni arrugar su ropa, tal como llegó, se fue...


Hay dias...

 

Hay días que siento que puedo cambiar el mundo, entonces es todo energía, alegría y esperanza. Me levanto, pongo música fuerte, se menean las cinturas y hasta me miro al espejo.

Otros días no tengo ganas de levantarme, quiero pasar el día cubierto por una sabana, anhelando que llegue la hora de dormir nuevamente, mirando cosas sin sentido en el celular, recordando momentos felices y llorando decisiones y decepciones. Esos días siento que no puedo cambiar ni mi triste vida monótona y aburrida.

En el medio, hay días que puedo levantarme, no me miro al espejo ni pongo música, la energía no sobra, pero alcanza para transitar un día en la ciudad, enfrentar las miradas cargadas, los dolores ajenos, las dudas y el miedo.

En cualquiera de esos dias, sean buenos, malos o regulares; cada tanto, siento   una lucha en mi interior,  sentimientos que buscan escapar,  esa sensacion dura unos segundos y desaparece, como si un intento de fuga se hubiera frustrado. Pero, a veces sucede un cosquilleo que continua con una explosión en donde siento un exilio desde mi corazon. 

No puedo manejarlo, solo sucede. Cuando los fugitivos encuentran la libertad son momentos muy agradables, me encuentro con mi lado creativo , se llena la barra de energía. Puedo escribirte, puedo cantarte, puedo amarte sin peros, puedo olvidar, puedo curar y perdonar, sé bailar y  cantar esa melodía que late muy fuerte.

Ya después de tantos días de subidas y bajadas, no sé distinguir bien cuando estoy arriba o abajo, pero sí, logro entender que al mundo ya no lo voy a cambiar. Sin embargo, puedo aprovechar la energía y cambiar mi día, tal vez el tuyo,  mostrarles  otros colores a mis detractores, y  hasta puedo leerle una poesía a un amigo y quizás le cuente una historia a un desconocido.



martes, 12 de abril de 2022

Semillas

 

Un corazoncito latiendo, dos ojos que se abren por primera vez en este universo. Una risa se estrena en los brazos del ángel que la trajo.

Ya se arrastra por el suelo como un gatito, y se enoja y patalea. Cuando me di cuenta caminaba, con pasitos lentos y balbuceos traviesos. 

De repente, la escuché decir palabras de amor, abrazarme, besarme y me perdí ¿Será qué el que habitaba en mí mutó?

La vi llorar de angustia, la vi padecer los dolores del costo de la vida y se me partió un pedazo del alma. Nunca había sentido esa sensación de querer blindar algo. 

 A veces sueño con que Dios me pregunta si deseo ser su escudo protector y que cualquier bacteria, virus o energía negativa que se dirija a ella, yo pudiera absorberla. Eso sería el paraíso.

Me habían dicho que traer un hije al mundo era hermoso, y se quedaron cortos, pero nadie me dijo que cuando la semilla se convierte en fruto, transforma tanto a la planta.

Traer un hije al planeta tierra, ese que  está deshilachado, contaminado de egoísmo, malicia, egocentrismo, superficialidad y envidia; es un acto revolucionario, de los pocos que quedad junto a escribir un libro, la amistad más pura, el amor genuino y la voluntad transformadora de cambiar el mundo.

Porque sé que será mejor que nosotres, porque será parte de la generación que salvará a las miles de especies que sobreviven en estos lares, porque solo es cuestión de mostrarles desde pequeño que existe el respeto por la naturaleza, por las personas, que somos todos diferentes pero con los mismos derechos, que nadie es más que nadie, que hay que consumir lo justo, que hay que trabajar colectivamente, que nadie se salva solo, que las injusticias deben dolernos en cualquier parte del mundo y que hay que creer siempre en el amor.

domingo, 10 de abril de 2022

Las noches de lluvia

 

Me gusta sentir el ruido de la lluvia

 sobre el techo de chapa,

 el que hace en la tierra

el que lava   mis alas

 

Me gusta sentir el agua

cuando resbala en mi espalda,

me acaricia la cara

y me hace cosquillas en los pies

 

Me gusta pensar que Dios la manda

 la envía para limpiar nuestros pecados

nuestras mezquindades,

nuestras injusticias

 

Me gusta escuchar las gotas caer

 traen consigo recuerdos

 noches de amistad

veladas de pizza o de risa

 

 Me gusta ver a la lluvia parir imágenes

 de momentos que no vuelven

pero que no se fueron

 que se guardan sin saber

 

Me gusta oler el aroma que deja en la tierra

el perfume que se incrusta en el alma

Aromas que viajan de nuevo en bicicleta

con frio y compañía

 

 

Me gusta ver, escuchar,

 oler y tocar

cantar y bailar

 junto a la lluvia en la noche

 

Porque viene con equipaje

de aquellos sueños por cumplir

 de calles por copar

de amores por tomar

 

Me gusta mucho la lluvia,

 mezcla de tristeza y alegría

De volver y de seguir

de cantar y de callar

 

De llamar a aquellos y aquellas

que me hicieron sonreír

que me hicieron tan feliz

y ni cuenta se dieron

 

La lluvia me trae ganas de decir

de gritar cuanto los quiero,

aun cuando ya no los vea

aun cuando no me quieran

 

La lluvia humedece cada parte de mi

me hace niño, adolescente

y en las noches

 siempre están presentes

 

 

Siempre serán canción

serán la ilusión

  la jovialidad que me cubre

la verdad que me engaña

sábado, 9 de abril de 2022

Ayer y hoy

 


 

Una voz desconocida y descontracturada le pregunta al muchacho de camiseta roja porque vino a la reunión:

 “Estoy acá porque quiero transformar la realidad” dijo, con el mate en su mano sudada y temblorosa. Pares de ojos lo miraban atentos, algunos contentos y orgullosos, otros desconfiados y cautelosos. Venía en bicicleta desde algo lejos, de un lugar distinto, desde el confort de la ciudad iluminada.

Muchos años después pasó nuevamente por la cuadra donde dijo esas palabras. Se sintió muy extraño, se sentó en la vereda de la calle de tierra, frente a la casa de una de las muchachas que, en su momento fue una atracción para sus ojos. Por un flash su alma viajo a esos días nuevamente, y sintió esa esperanza, esa inocencia, esa fuerza y esa ilusión del joven de camiseta roja.

Por unos minutos se durmió, un hombre mayor que pasó por su lado lo despertó, le advirtió que no se quede ahí porque estaba regalado. Tras la advertencia, el muchacho le agradeció y se sorprendió de la mirada triste y cansada del anciano, quien extendió su mano para pedirle limosna. 

El muchacho, algo confundido, caminó hacia su auto y arrancó. Sintió la diferencia de energía entre aquel que estaba con el mate en la mano, y el que ahora manejaba ese Ford gris. Ya no tenía ilusión de transformar, ni esperanza en que el mundo cambie. Tampoco la fuerza de llevarse puesto cualquier obstaculo. Fue ahí cuando frenó la marcha, bajo el parasol y en el espejo del utensilio del vehículo; se miró y preguntó:

¿Para que estoy acá? ¿Por qué? ¿A dónde voy? ¿Para que caminé esas calles? ¿A quien le quedó mi lucha? ¿Quién capitalizó mi ilusión? ¿Quién se robó mi esperanza?

Entre lo natural y lo artificial

 


Melodías en el aire

Ensamble celestial

Se los ve tan altos

Acariciando el cielo


Las hojas caen

Sus pasos son impredecibles

Como sus cantos y colores

como las hormigas y las flores


En otro extremo está el rio

Verde, desprolijo,

 pero con su magia natural 

rebalsado de verdad


En él juegan peces

hacen coreografías brillantes

Desafian a sus perseguidores

Burlan cañas y aves que rozan el agua con sus garras


Saltan y saltan, 

pero nunca llego a verlos en el aire

Solo las burbujas y dibujos

de cuando se sumergen


De caminos grises 

llegaron seres sin esencia

Colocaron artefactos 

y alzaron sus voces 


Fin a la magia del rio, 

el baile de los peces

 y la melodía de los pájaros


Ahora suena el mundo artificial, 

ahora los grises coparon el lugar

El ruido de los motores,

 el humo de los  escapes,

 la distorsión de los  parlantes

y la violencia de irrumpir sin respetar la naturaleza.