viernes, 22 de abril de 2022

El joven solitario

 

El joven fumaba y miraba. Al lado de él se respiraba pasión, pero él ni se inmutaba. Con sus zapatos de charol puntiagudos miraba a su alrededor cruzado de piernas y con una copa a su costado. Tanta tranquilidad asusta en ese antro de éxtasis, con las pulsaciones a mil y las miradas apuradas que buscan en cada rincón lo placentero para ver.

Llego de noche y se fue de día. No se movió de allí. Ni la mirada traviesa de una veterana que lo invitaba a acompañarla junto a su pareja lo conmovió. Quizás fue allí solo para sentir la libertad. el olor al sexo, las nuevas voces de la lujuria, o tal vez fue a buscar a alguien que nunca encontró.

Cuando llegue a casa, extenuado de placer, mientras fumaba un cigarrillo y miraba dormir a una mujer a mi lado, se me vino a la cabeza la imagen de este solitario joven. Ni los hermosos cuerpos, ni las atrevidas vestimentas, ni las contagiosas risas;  ni los sutiles roces lograron que se integre. 

Sin despeinarse ni arrugar su ropa, tal como llegó, se fue...


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